Con el aumento de las tasas de interés, la economía mundial está entrando en una nueva era

El 4 de junio de 2020, en el corazón del primer encarcelamiento, el Estado francés lanzó bonos del Estado a 10 años. Rendimiento obtenido: 0,02%. Esa es una tasa de interés de casi cero. La era del dinero gratis estaba en pleno apogeo. Los préstamos no le costaron al gobierno francés casi nada.

Poco más de dos años después, la situación ha cambiado por completo. El 6 de octubre, Agence France Trésor emitió nuevos bonos del Estado a diez años… pero esta vez al 2,59%. Francia no está, ni mucho menos, al borde de un problema de financiación, pero por primera vez en treinta años, las circunstancias se están poniendo más difíciles.

“Estamos cambiando la era económica, señala Gilles Moëc, economista jefe del grupo asegurador Axa. Después de la gran moderación de la década de 2000, luego la crisis financiera de 2008 que rompió la inflación, tenemos la impresión de volver a la década de 1990. Una década marcada por numerosas crisis monetarias, endeudamiento cada vez mayor e inestabilidad económica. Otros hacen la comparación con los años 70: crisis energética, inflación galopante, tensiones geopolíticas…

Por mucho que retrocedamos en el tiempo, la conclusión es la misma. En un año, el mundo occidental ha experimentado un gran cambio económico con el gran retorno de la inflación. Para contrarrestar este shock, los bancos centrales comenzaron a subir las tasas a un ritmo acelerado después de décadas de declive estructural. Desde principios de año, la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) ha subido su tipo de referencia del 0% al 3% y el Banco de Inglaterra del 0,1% al 2,25%. Incluso el Banco Central Europeo (BCE), donde la tasa de depósito había caído a -0,5%, intervino. El jueves 27 de octubre debería anunciar una nueva subida de tipos, probablemente de 0,75 puntos, hasta el 1,5%.

Nueva era

«Estamos volviendo a un mundo con tasas de interés un poco más normales y esto tendrá graves consecuencias para la acumulación de deuda global», destaca Mervyn King, exgobernador del Banco de Inglaterra (2003-2013). Porque en las décadas de tasas de interés cada vez más bajas, los estados, pero también las empresas y los hogares, reaccionaron de manera completamente racional: se endeudaron cada vez más. En 1970, la deuda mundial total (estados, corporaciones y hogares) superó poco más del 100% del producto interno bruto (PIB); en 2007 fue casi el 200%; hoy supera el 250%. O 226.000 millones de dólares (231.000 millones de euros), según cálculos del Fondo Monetario Internacional.

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Alarico Orozco

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