Nuevas tecnologías: bioseguridad, ¡conectados!

Su objetivo era disponer automáticamente de datos cuantificables y objetivos sobre bioseguridad interna y externa. Para ello se utilizan dos métodos, subjetivo y objetivo. La parte subjetiva incluye una encuesta estandarizada para obtener una opinión sobre el estado sanitario de la granja, seguida de una auditoría de bioseguridad y una visita a la granja para ver la granja en su conjunto y sus particularidades.

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Esto lleva a proponer un plan de acción con diferentes plazos para sostener el esfuerzo en el tiempo. Para la bioseguridad externa, la parte objetiva propone la instalación de un libro de visitas automatizado y un sistema de control de acceso con posibles alarmas (para estructuras complejas y explotaciones con un alto nivel genético). Para la bioseguridad interna, que tiene como objetivo prevenir la propagación de una enfermedad dentro de la empresa, el método propuesto es equipar a los trabajadores durante todo el día con un transmisor Bluetooth, detectado por sensores Bluetooth instalados en todas las entradas de cada criadero y en cada zona de cría. . Luego obtenemos un mapa de movimientos dentro de la empresa, una identificación de movimientos de riesgo, considerados como movimientos que salen de una zona contaminada a una zona sana, y una medición del riesgo de propagación de la enfermedad. El riesgo puede cambiar, lo que hace que el sistema sea dinámico y esté actualizado. En granjas experimentales se ha demostrado una asociación positiva significativa entre los movimientos riesgosos del personal y la viremia animal.

Asesoramiento experto: Camille Gérard, Cámaras de Agricultura de Bretaña

Trabajo básico relacionado con la bioseguridad de Pig Connect

© Cámara de Agricultura de Bretaña

“La herramienta desarrollada por los veterinarios españoles se enmarca en el uso de nuevas tecnologías en cría. Para mejorar esto, podríamos imaginar vincular otros datos, como la actualización en tiempo real de los factores de riesgo, por ejemplo la presencia de casos salvajes o domésticos de peste porcina africana en la zona, el establecimiento de zonas restringidas o de riesgo, etc. Sin embargo, podemos tener algunas preocupaciones sobre el seguimiento de los trabajadores agrícolas y la eterna cuestión del uso, almacenamiento y propiedad de estos datos. Hoy, la aplicación de bioseguridad Pig Connect, desarrollada por el Servicio Nacional de Salud Pública (ANSP), ofrece a los criadores la oportunidad de auditar su cría. Lo sitúa en relación con las normas de bioseguridad e identifica áreas de mejora. Este es un paso prioritario antes de apostar por las nuevas tecnologías. »

Flavio Lizana

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