El asesinato, seguido del desmembramiento de un cirujano colombiano por el hijo de un famoso actor español, en una isla turística, se ha convertido en el culebrón criminal del verano en los tres países implicados.

El asunto tiene todos los ingredientes de la telenovela de verano, sección de noticias. En primer lugar, un entorno exótico: la isla de Koh Phangan, en Tailandia, un paraíso turístico cuyas «fiestas de luna llena», cada luna llena, atraen a sus playas a miles de fiesteros de todo el mundo. Luego se produce un crimen espantoso: un hombre es asesinado y desmembrado. Y por último, la celebridad: la víctima era un reconocido cirujano plástico colombiano, su conocido asesino un chef español, de una dinastía de actores.

De pelo largo y torso musculoso, Daniel Sancho tiene físico de surfista, pero principalmente navega en las redes sociales y comparte consejos nutricionales e imágenes de sus vacaciones soñadas. Tiene 29 años y no ha seguido la tradición familiar: su padre Rodolfo Sancho es un personaje famoso de la pequeña pantalla española, al igual que antes que él su abuelo Sancho Gracia. El más joven soñaba con ser tenista, se convirtió en chef.

Guantes de goma, bolsas de basura, cuchillo de carnicero…

El 4 de agosto, Daniel Sancho denunció ante la policía de Koh Phangan la desaparición de su compañero de viaje, el colombiano Edwin Arrieta, un cirujano plástico con clientas adineradas en Colombia y Chile. Los dos hombres se alojan en el mismo bungalow en un resort de lujo, Bougain Villas. Una desaparición que los investigadores tailandeses relacionan con el descubrimiento el día anterior de restos humanos en un vertedero. Daniel Sancho rápidamente admitió haber desmembrado el cuerpo de su amigo luego de su muerte accidental por una caída en el baño.