El verano infernal nunca termina en España. Si bien los tres incendios que destruyeron más de 1.000 hectáreas este fin de semana ya están bajo control, la gran mayoría del país está en alerta por el primer día de una nueva ola de calor, la tercera del verano. Varias provincias de Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura han sido puestas en alerta naranja, y se espera que las temperaturas alcancen los 43°C el lunes, según el Servicio Meteorológico Nacional (Aemet).

Casi toda Andalucía y Extremadura, así como el sur de Castilla-La Mancha, están en alerta roja por peligro de incendio, mientras que en casi el resto de regiones prevalece la alerta naranja, indicó la Aemet. Se espera que esta tercera ola de calor del verano, que afecta a toda la Península Ibérica, se prolongue hasta el jueves y llega tras un fin de semana intenso para los bomberos españoles.

En 2023 se quemaron más de 70.000 hectáreas

El incendio, que se declaró el domingo por la tarde a menos de diez kilómetros de la ciudad de Cádiz, fue «estabilizado» poco antes de la medianoche, informó en Twitter el Servicio Regional de Incendios Forestales (Infoca). Las llamas arrasaron un pinar limítrofe con la ciudad de Puerto Real, lo que provocó el cierre temporal de la carretera que conduce a Cádiz, ciudad muy turística, y la movilización de varias decenas de bomberos durante la noche.

Otro incendio, que fue contenido, afectó entre el sábado y el domingo a unas 450 hectáreas en la provincia andaluza de Huelva. En Cataluña, en la costa mediterránea, en la frontera con Francia, los bomberos luchan desde el viernes contra un incendio alimentado por la tramontana, cuyas ráfagas de viento han complicado la intervención de los medios aéreos. Los bomberos catalanes anunciaron el lunes por la mañana a la X que tenían el incendio «bajo control», tras «estabilizarlo» el sábado por la noche. Según los guardas forestales catalanes, una treintena de unidades permanecen en el lugar y casi 600 hectáreas han quemado.

Desde principios de año se han quemado en España más de 70.000 hectáreas, un récord que dista mucho del triste récord de 2022, cuando se arrasaron más de 300.000 hectáreas, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (Effis). España, cuyo 75% de su territorio está actualmente amenazado por la desertificación, es, según la ONU, el más amenazado de todos los países de Europa occidental por el aumento de los periodos de olas de calor, consecuencia del cambio climático.